Por Daniel Aerni
Vicepresidente, Junta Directiva
Casa de Paz fue fundada en 2014 por tres mujeres con un sueño. Soñaban con un día en que el Gran Cincinnati tuviera un centro residencial donde las mujeres latinas y los niños que habían sido marcados por el abuso doméstico pudieran vivir temporalmente, lejos de sus abusadores, y recibir un respiro junto con la atención y la terapia adecuadas informadas sobre el trauma. Con el tiempo, con perseverancia y trabajo duro, ese sueño se hizo realidad. Hoy, Casa de Paz existe y brinda ese oasis.
Pero la existencia de la casa trajo consigo una realidad, en forma de alquiler mensual, servicios públicos, mantenimiento, reparaciones, salarios y beneficios del personal, seguros, gastos de viaje, necesidades de alimentos, ropa y muebles, y más. Todo esto requería estructura y organización.
Resultó que 2021 fue un año de transición. Nos encontramos en la necesidad de un presupuesto que fuera realista y factible. Necesitábamos controles sobre el gasto. Necesitábamos políticas y manuales y manuales de procedimientos. Necesitábamos una contabilidad sólida y consistente. Necesitábamos un sistema de seguridad funcional. Necesitábamos formas de recaudar fondos. Necesitábamos una estructura organizativa adecuada. Necesitábamos ampliar nuestro alcance e informar a la comunidad sobre nosotros, nuestro trabajo y nuestras necesidades. Soñar estaba bien, pero necesitábamos hacedores, personas que se encargaran de todas estas tareas mundanas. Y, por supuesto, los encontramos. Pero no fue fácil y no siempre fue divertido.
Para ser justos, no es una situación de uno u otro. Todavía necesitamos soñar, concebir formas en las que podamos mejorar y crecer, y también lo haremos. Pero junto con eso, todavía necesitamos el funcionamiento del día a día. Es un trabajo en progreso, interminable, parece.
Y por favor no olvides que nosotros también te necesitamos. Nuestros donantes y simpatizantes son una parte importante de la empresa. Le agradecemos su apoyo constante y le pedimos que se una a nosotros mientras continuamos soñando y haciendo.